La gran pregunta

GENERAL BELGA EN EL CONGO

Soy un general del gran Imperio Belga, que he llegado al Congo, enviado por nuestro monarca Leopoldo II, junto a los agentes y burócratas belgas instalados en el territorio y a varias empresas concesionarias, para expandir nuestra economía, obtener materia prima, mano de obra y territorios. Además de todos esos bienes materiales, yo y mi nación ganaríamos prestigio y ventajas diplomáticas con respecto a otros países y la religión de este lugar tan primitivo será sustituida por la nuestra, ya que la que tienen es muy extrema y la única religión verdadera es la que practicamos los . Personalmente, también busco el prestigio y el respeto y la reputación que gana cualquier general al colonizar una zona en beneficio de su país.

Para obtener caucho, rubíes, diamantes, oro y marfil en grandes cantidades, debimos someter a los indígenas a trabajos forzados y a un régimen de terror en el que tuvimos que masacrar alguna que otra aldea, para imponer el respeto que merecemos sobre los inmundos nativos. Al conseguir estos materiales los enviamos a Bélgica para vender en los mercados o para el comercio internacional con otros países europeos y obtener beneficios y enriquecernos.

Estamos muy orgullosos de cómo hemos organizado el Congo ya que en los 75 años que lleva siendo nuestra colonia se ha convertido en un gigante agrícola y minero fuente de materias primas y divisas.

En la tribu en la que estamos instalados actualmente, llamada Boma, tiene una religión y unas costumbres muy extrañas, como el tema del canibalismo, lo que quiere decir que en algunos rituales religiosos sacrifican humanos y luego ingieren sus restos, aunque fuesen sus propios familiares, lo que a nosotros no parece inmundo e impusimos nuestra religión.

Mis tropas y todos los que estamos en este lugar como colonos intentamos permanecer lo más alejados de los indígenas como podemos, por sus costumbres como la anteriormente

citada y porque según nuestro criterio no son dignos de vivir próximos a nosotros y con nuestros privilegios.

Además de enviar materiales valiosos como los mencionados antes, también enviamos esclavos para hacer las tareas físicas más duras que un ciudadano civilizado belga no realiza.

Estamos recibiendo una gran presión internacional desde hace tiempo y hoy, ha llegado una carta con fecha de 15 de noviembre de este año, 1908. Esta carte fue enviada por el Gobierno belga diciendo que va a asumir la administración del Congo, ya que en el resto de países se rumorea que cometemos grandes abusos sobre la población congoleña, pero en mi opinión sólo les imponemos el respeto que merecemos y si nos apartamos de ellos es por sus costumbres. Los salarios de los nativos son bajos, porque no son dignos de ellos, y como nuestra constitución no nos permite enviar capital a las colonias podemos recibir un beneficio mayor. Lo primero es que estemos perfectamente los colonizadores y Bélgica, así que los beneficios van casi por completo hacia allí y el resto a nosotros, los colonizadores.

Daniel Casal Belo